“El Enigma Revelado: Identifican al Joven NN Hallado en un Chalet Vecino de Gustavo Cerati”

Publicado: 06 / 08 /2025

El jueves 26 de julio de 1984, Diego (16) regresó del colegio al mediodía, almorzó con su madre y luego le pidió dinero para el colectivo, mencionando que iba a la casa de un amigo. Su nombre completo se mantiene en el anonimato para proteger a su familia, pero Diego era considerado un pibe responsable.

La última vez que alguien lo vio con vida fue esa tarde en la esquina de Naón y Monroe, en Belgrano, a pocas cuadras de su hogar. A las 20:30, al no tener noticias de él, sus padres acudieron a la comisaría 39, donde les rechazaron la denuncia. “Se fue con una mina, ya va a volver“, les dijeron.

Sin embargo, Diego no volvió. Su familia hizo todo lo posible por contactar a los medios, distribuyeron cientos de panfletos, y solo lograron conseguir una entrevista con la revista ¡Esto! del diario Crónica, que se conservó en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional.

Los padres de Diego nunca dejaron de buscarlo.
Los padres de Diego nunca dejaron de buscarlo.

La Policía dice que tiene tres mil casos iguales. Y fíjese qué absurdo: desde el primer momento lo caratularon ‘fuga de hogar. Yo protesté y ¿sabe qué me dijeron? Que así estaban impresos los formularios. Me negué a eso, pero como si nada. ¿Qué quiere que investiguen si ya dan por sentado que él se fue, no me que me lo robaron?“, manifestó Juan Benigno, el padre de Diego, a la periodista de la revista ¡Esto! a dos años de su desaparición.

La nota salió a la luz en 1986, repartiendo el drama de la familia por los medios.

La nota en la que los padres contaron su pesadilla.
La nota en la que los padres contaron su pesadilla.

Cuarenta años después, un hallazgo fortuito cambió todo. Restos humanos fueron encontrados por obreros tras el colapso de una medianera en una obra en Coghlan.

Curiosamente, esta obra se levantaba en el terreno de una casona donde vivió el renombrado Gustavo Cerati entre 2002 y 2003. Este detalle, aunque no directamente relacionado, contribuyó a la difusión del caso, que ahora está bajo la atención del fiscal Martín López Perrando.

Diego, un apasionado del fútbol, jugaba en el club Excursionistas en Belgrano y asistía a la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N° 36, llevando su uniforme el día de su desaparición. Laureles que, luego de años, fueron referenciados en la investigación a cargo de López Perrando.

Su familia mantuvo su habitación intacta tras su desaparición. Diego tenía dos hermanos, un hombre y una mujer, quienes ahora fueron los encargados de informar a su madre la triste noticia del hallazgo.

Tapa de la Revista ¡Esto! donde se contó el caso.
Tapa de la Revista ¡Esto! donde se contó el caso.

El descubrimiento fue atado por un sobrino, que conectó la noticia del hallazgo en una vivienda cercana a la de Cerati con la identificación de Diego. Un proceso que, tras la extracción de una muestra de ADN, confirmó sin lugar a dudas que los 150 huesos hallados pertenecían al adolescente desaparecido en 1984.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) realizó la prueba a la madre de Diego, obteniendo un match perfecto. Trágicamente, el padre de Diego, dedicado a la venta de repuestos de autos, había fallecido en un accidente de tránsito, pero sus convicciones sobre el secuestro de su hijo se mantuvieron vivas durante años.

La medianera de donde se desprendieron los huesos.
La medianera de donde se desprendieron los huesos.

A pesar de que el crimen parece prescripto, el fiscal López Perrando enfrenta la ardua tarea de reconstruir lo sucedido. Primero, citara a los actuales propietarios del chalet donde se encontró el cuerpo, una mujer anciana y sus dos hijos, de apellido Graf.

El caso

El descubrimiento de los restos de Diego en Coghlan aporta escalofriantes detalles: el adolescente recibió un puntazo mortal que dejó marca en su cuarta costilla derecha, según establecieron los expertos del EAAF.

Los objetos que estaban entre los huesos.
Los objetos que estaban entre los huesos.

Además, se determinó que tras su muerte, los atacantes intentaron descuartizarlo, como lo indican las marcas en sus huesos. Un intento fallido que revela no solo la gravedad de la situación, sino también la intención despreciable de los agresores.

Un dato alarmante es que la fosa donde encontró el cuerpo fue cavada con descuido: solo 60 centímetros de profundidad. Para los investigadores, este descuido reforzó la idea de que se actuó con apuro, dejando incluso objetos que facilitaron su futura identificación.

Un corbatín de colegio y una ficha de casino encontrados con el cuerpo.
Un corbatín de colegio y una ficha de casino encontrados con el cuerpo.

Los informes revelan que se encontraron 150 fragmentos óseos, junto con una suela de calzado número 41, un corbatín azul de colegio muy desgastado, un llavero naranja con una llave y un reloj Casio fabricado en Japón en 1982, clave en la identificación.

Curiosamente, entre los hallazgos había una moneda de 5 yenes, previamente confundida con un dije de inscripciones extranjeras. Se presume que en esa época, era usado como amuleto por los jóvenes.

El reloj Casio CA-90, clave en el caso.
El reloj Casio CA-90, clave en el caso.

Los restos fueron hallados en un terreno en Congreso 3748, donde anteriormente se encontraba una casona en la que vivieron la artista Marina Olmi y Gustavo Cerati durante un breve período. Un nuevo giro en este caso que ya lleva décadas en la sombra.

El 20 de mayo, un derrumbe en el jardín del chalet de Congreso 3742 expuso huesos, lo que marcó el inicio de la revelación de un misterio que había permanecido oculto durante cuatro décadas. Ahora, la principal interrogante persiste: quién mató a Diego y por qué.

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Datos Relevantes:

  1. Desaparición y búsqueda: Diego desapareció tras salir de su casa el 26 de julio de 1984, cuando su familia hizo un esfuerzo enorme por buscarlo y difundir su caso, aunque fue inicialmente catalogado como “fuga de hogar” por la policía.

  2. Hallazgos post mortem: Cuarenta años después, en mayo de 2023, obreros encontraron esqueletos y objetos personales en un terreno justo donde vivió Gustavo Cerati, lo que reabrió el caso y llevó a una identificación oficial de los restos.

  3. Investigación y nuevos indicios: La investigación, dirigida por el fiscal Martín López Perrando, ahora busca reconstruir los últimos momentos de Diego y los posibles culpables, añadiendo un nuevo nivel de urgencia y atención mediática a un caso que había permanecido cerrado durante años.

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